Más de 1.000 puntos en riesgo de inundación ponen en alerta a Santa Cruz

Más de 1.000 puntos en riesgo de inundación ponen en alerta a Santa Cruz

El municipio de Santa Cruz de Tenerife es una de las muchas ciudades del mundo amenazadas por este fenómeno. Caracterizado por eventos extremos de precipitación en cortos periodos de tiempo, unido a su orografía de barrancos escarpados, de corta longitud y anchura, así como su crecimiento desordenado, convierten a la capital en un espacio propenso a las inundaciones repentinas.

Además, el aumento de la torrencialidad como consecuencia del cambio climático y la tendencia a una mayor irregularidad de las precipitaciones está intensificando considerablemente el problema.

Las inundaciones, a escala mundial, se consideran los peligros naturales más comunes y devastadores. En muchas islas volcánicas montañosas, las más frecuentes son las inundaciones repentinas, que, debido a la escasa capacidad de las cuencas y a la pendiente del terreno, se producen de forma repentina, ligadas a procesos de escorrentía en un corto periodo de tiempo.

Este tipo de inundaciones también son comunes en regiones áridas o semiáridas cercanas a la costa, especialmente en áreas con montañas cercanas, donde las pequeñas cuencas fluviales permanecen secas la mayor parte del tiempo.

Santa Cruz de Tenerife, enfrenta serios desafíos relacionados con las inundaciones urbanas, según el estudio ‘Identificación de zonas urbanas propensas a inundaciones repentinas: El caso de Santa Cruz de Tenerife’, se han identificado 1.023 puntos en riesgo distribuidos por toda la ciudad, siendo la insuficiente capacidad de drenaje el problema más recurrente. Esto se debe, en gran medida, a la construcción de infraestructuras de drenaje que no están diseñadas para manejar los caudales máximos durante inundaciones, lo que evidencia la necesidad urgente de combinar medidas no estructurales, como el análisis de peligrosidad (evaluación de periodos de retorno y caudales máximos), con soluciones estructurales, es decir, la creación de obras de drenaje basadas en fundamentos científicos.

El rápido desarrollo urbano de la ciudad, junto con deficiencias en la planificación urbanística, ha dado lugar a asentamientos en áreas de riesgo. El mencionado estudio muestra el papel fundamental que la expansión urbana tiene en el aumento del riesgo de inundaciones, no solo por la ocupación de zonas inundables, sino también por la reducción de la capacidad de escorrentía debido al sellado del suelo.

Desde la perspectiva del riesgo de inundaciones, hay dos tipos de áreas clave dentro de la red de drenaje urbano. Por un lado, los cauces principales, que manejan caudales más elevados que sus afluentes, y por otro, los cauces ocupados o eliminados, que carecen de un sistema de drenaje adecuado, lo que los convierte en zonas de alta exposición y vulnerabilidad.

Este análisis ha destacado cómo la falta de planificación o una mala gestión incrementa no solo la exposición y vulnerabilidad a las inundaciones, sino que también altera y agrava el riesgo al generar nuevas áreas propensas a este peligro. Por tanto, la adecuada conservación de los cauces de agua resulta esencial para mitigar los riesgos.