La tensión política se desata en varios municipios sureños

La tensión política se desata en varios municipios sureños

Y se abrió la caja de Pandora. Un fuerte sentimiento de incertidumbre se extiende por los municipios del sur de Tenerife, a raíz de la reciente moción de censura en el Puerto de la Cruz. Las alarmas se han disparado en varios municipios, donde fuentes de diferentes formaciones políticas consultadas por este periódico admiten que podrían producirse movimientos similares. Lo que hace semanas parecía lejano, hoy se presenta como una posibilidad más cercana en el panorama político local.
La salida del PSOE de la alcaldía del Puerto de la Cruz, tras una alianza entre el PP, CC y la formación de izquierdas ACP, ha roto el clima de estabilidad política municipal. Este hecho ha puesto en alerta a algunos gobiernos municipales sureños, que ahora temen réplicas que acaben por variar el mapa político comarcal después de más de un año gobernando. Aunque nada es oficial, se percibe un creciente nerviosismo en torno a posibles nuevas mociones de censura en lugares clave como Granadilla de Abona, Arico e incluso Güímar.

Arico y Granadilla, en el punto de mira

Arico emerge como uno de los municipios donde esta incertidumbre política se siente con mayor intensidad. La actual alcaldesa, Olivia Delgado, ya ha enfrentado hasta dos mociones de censura a lo largo de su carrera política. Ahora, según fuentes del PP y CC, las probabilidades de un nuevo acuerdo que la desplace del cargo han aumentado. Las negociaciones entre las formaciones conservadoras y nacionalista se están llevando a cabo con discreción.
Por otro lado, en Granadilla de Abona, donde gobierna el PSOE y el PP, se palpa un ambiente enrarecido, muy distinto al que había en semanas anteriores. A pesar de la aparente buena sintonía y sinergias positivas entre ambas formaciones, algunas fuentes aseguran que a ambos lados se mantienen alertas ante posibles movimientos que pudieran desestabilizar el acuerdo actual.
El peso económico y simbólico de Granadilla hace que cualquier cambio político tenga repercusiones en la comarca, siendo esta una de las piezas más codiciadas del tablero político sureño.

Güímar: un acuerdo firme

Güímar es otro de los municipios que podría verse afectado por la tensión política en la isla, aunque su situación parece estar, por el momento, más estabilizada en comparación con otros lugares del sur de Tenerife. Gustavo Pérez, de Coalición Canaria (CC), continúa como alcalde del municipio gracias al apoyo del PSOE y de Unidas Sí Podemos (USP), que juntos suman 11 concejales (cinco de CC, cinco del PSOE y uno de USP) en un pleno de 21 miembros.
El acuerdo, bautizado como el “pacto del tagoror”, se firmó en un acto simbólico que establece una estructura de poder compartido en la que Airam Puerta, del PSOE, ocupa la primera Tenencia de Alcaldía y Nayra Caraballero, de USP, la segunda.
La oposición está liderada por Carmen Luisa Castro, del Partido Popular, quien ganó las elecciones con nueve concejales pero quedó fuera del gobierno debido a la consolidación del pacto. Castro, tras firmarse el acuerdo, lo criticó duramente, señalando que el pleno “no respetó el resultado de las urnas”. Güímar, bajo el liderazgo de Pérez, parece mantener una cierta estabilidad política, al menos por ahora. Sin embargo, el contexto político insular y la volatilidad relatada podrían tener un impacto indirecto en su futuro.

Guía de Isora, fuera del radar

Guía de Isora es otro municipio que podría verse afectado por la inestabilidad política en la Isla, aunque, por el momento, parece estar fuera del foco principal. La alcaldesa, Ana Dorta (CC), perdió la mayoría en el mes junio cuando un concejal de su partido pasó al grupo de no adscritos, debilitando la coalición entre PP y CC que gobernaba el municipio.
A pesar de los rumores de posibles alianzas entre el PSOE (en estos momentos tienen 10 concejales y para obtener el poder deberían alcanzar dos más, consiguiendo una mayoría reforzada) y disidentes de ambas formaciones en el mandato, no se han concretado movimientos significativos que sugieren un cambio inminente. Sin embargo, en el ambiente persiste la sensación de que la situación podría evolucionar.
Las tensiones, aumentadas por la moción de censura en el Puerto de la Cruz, han creado un clima de inestabilidad que podría desembocar en movimientos inesperados en los próximos meses… o semanas. Aunque muchas de las negociaciones aún están en una fase preliminar, el ambiente político en la Isla refleja un sentimiento generalizado de alerta.
Los partidos parecen estar evaluando cuidadosamente sus pasos, conscientes de que cualquier movimiento podría desencadenar un efecto dominó en otros municipios. La posibilidad de que el Partido Popular y Coalición Canaria logren arrebatar alcaldías al PSOE en varios puntos clave del sur de Tenerife podría representar un cambio significativo en el equilibrio de poder a nivel insular.