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todayseptiembre 7, 2024 1
La escultura conocida como El Grito o La mujer embarazada, elemento principal del monumento a los caídos del 25 de julio de 1797, se encuentra desde hace 13 años en un taller, adonde fue llevada por el Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife para su restauración.
Ahora, finalizados los trabajos, el área de Patrimonio municipal trabaja para reubicar la obra en otro espacio, entre los que se baraja el que ocupaba la hélice del Crucero Canarias, en la entrada al muelle Norte.
La Asociación Nuestro Patrimonio denunció ayer que dicha escultura, que conmemora la Gesta del 25 de julio, la victoria de la ciudad en el ataque del almirante británico Horacio Nelson, es una de las obras más conocidas del escultor Manuel Bethencourt Santana, Premio Canarias de Bellas Artes e Interpretación en 2008, fallecido en 2012. No obstante, la creación se retiró del espacio público en 2011 y fue restaurada en el taller de fundición y esculturas Bronzo, “donde pronto quedó olvidada por el Ayuntamiento”.
La asociación explicó, en un comunicado, que “hace ya tantos años que causa vergüenza ajena, pues se trata de una desidia injustificable e irresponsable con una obra artística que forma parte del patrimonio cultural del municipio, y que representa un episodio de la historia de la ciudad digno de recordar”.
Asimismo, indicó que la escultura se encuentra aún a la espera de que sea llevada de nuevo al espacio público, cosa que a día de hoy no se ha producido. Por todo ello, Nuestro Patrimonio reclamó que de manera inmediata el Ayuntamiento chicharrero, a través de la concejalía competente, que realice las gestiones oportunas para colocar la obra en otro enclave de la ciudad.
Según esta entidad, debería situarse donde se encontraba, en las proximidades de la Alameda del Duque de Santa Elena, y de la terminal de pasajeros del puerto capitalino.
No obstante, desde Patrimonio del Ayuntamiento de Santa Cruz, el concejal Javier Rivero, anunció ayer a DIARIO DE AVISOS que la intención es reubicarla en la entrada al muelle Norte, en la rotonda de acceso a la antigua terminal del jet-foil, aunque para ello “hay que iniciar conversaciones con la Autoridad Portuaria”, añadió.
La escultura de bronce representa a una madre sumida en el dolor y la desesperación por la pérdida de un hijo. Su autor la realizó en 1997 por encargo municipal, al cumplirse el segundo centenario del fallido ataque inglés.
El monumento, que se inauguró el 24 de julio de 1998, fue retirado años más tarde de su emplazamiento inicial por las obras de la vía litoral capitalina. Originariamente, la obra consistía en una base de hormigón armado que se cerraba en la parte que mira a la ciudad mediante una jaula acristalada, en cuyo interior se encontraban los medallones, en alto relieve, con las efigies del general Gutiérrez y del almirante Nelson y dos cartelas con los párrafos más significativos de las cartas que se intercambiaron ambos. En la parte de la base, figuraba el escudo de la ciudad, concedido tras la Gesta.
La escultura de Bethencourt consistió, finalmente, en la realización de dos medallones y el escudo antes mencionados y en una gran figura femenina que coronaba la base.
Escrito por Monica Ledesma
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